
La mente humana tiene mecanismos sorprendentes para enfrentar situaciones difíciles, y uno de ellos es la disociación cognitiva. En este artículo, exploraremos en qué consiste la disociación cognitiva, cómo esta puede afectar al rendimiento académico y la conducta y cómo podemos trabajar con ella para fomentar el bienestar mental y emocional del adolescente.
1. ¿Qué es la Disociación Cognitiva?
La disociación cognitiva es un proceso psicológico en el cual la persona experimenta una desconexión entre sus pensamientos, emociones y percepciones. En situaciones de estrés grave o trauma, la mente puede separarse o distanciarse de la realidad para protegerse.
1.a. Causas y Factores de la Disociación Cognitiva:
La disociación cognitiva puede ser desencadenada por eventos traumáticos, estrés crónico, trastornos de ansiedad o depresión. Existen también factores individuales, como la genética o experiencias previas, que pueden influir en la predisposición a la disociación cognitiva.
1.b. Síntomas y Manifestaciones de la Disociación Cognitiva:
Los síntomas de la disociación cognitiva pueden variar y manifestarse de diferentes formas. Algunos de ellos incluyen la sensación de estar desconectado de uno mismo o del entorno, pérdida de memoria o lapsos de tiempo inexplicables, y dificultad para concentrarse o mantener la atención. Muchas conductas disfuncionales, como adicciones, establecer relaciones tóxicas o trastornos alimentarios, entre otros, pueden tener su origen en procesos disociativos.
1.c. La Disociación Cognitiva en el ámbito educativo:
La disociación cognitiva puede ser la explicación detrás de casos de bajo rendimiento académico o fracaso escolar en los estudiantes.
Nosotros podemos observar desinterés, falta de atención, incapacidad para cumplir con las tareas y lo que puede estar sucediendo es que la propia mente del estudiante genere esas reacciones como una forma de protegerse ante altos niveles de estrés físico, mental y emocional.
En el entorno educativo no puede plantearse, pese a lo extrañas o disruptivas que puedan resultar algunas de las conductas, que el alumno o alumna disociados tiene en sus manos la total capacidad de controlar estos comportamientos, que no son más que respuestas automáticas adaptativas ante situaciones muy estresantes para ellos. Actitudes de confrontación frontal, culpabilización y castigos ante estas conductas no solo no ayudan sino que agravan el problema.
2. Estrategias para el Manejo de la Disociación Cognitiva:
Desde la psicología existen diferentes enfoques terapéuticos para trabajar con la disociación cognitiva, como la terapia cognitivo-conductual o la terapia de integración del trauma, los cuales pueden ayudar a identificar y modificar los patrones disociativos, así como a desarrollar habilidades de autorregulación emocional necesarias.
Además de la terapia, existen estrategias de mejora de las competencias emocionales que pueden ayudar al estudiante a gestionar la disociación cognitiva en el día a día y que pueden ser incluidos en los programas docentes. Estas pueden incluir técnicas de relajación, como la meditación y la respiración consciente, técnicas de autoobservación, de expresión emocional, etc. Tomando como premisa que “Solo podemos cambiar aquello de lo que somos conscientes” (González, 2017) y teniendo muy presente que, para la persona que experimenta la disociación cognitiva, es fundamental sentirse apoyada y no juzgada por esta condición.
3. Conclusión:
La disociación cognitiva es un mecanismo de protección de la mente en situaciones difíciles, que en situaciones graves puede afectar el bienestar emocional y la calidad de vida. Buscar apoyo terapéutico y aplicar estrategias de manejo en el día a día pueden ayudar a conectar con la realidad y cultivar un mayor equilibrio mental y emocional de la persona.
En el ámbito escolar es un aspecto clave a tener en cuenta cuando el rendimiento académico del alumn@ no es adecuado y sus conducta son desadaptativas.
4. Referencias:
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (5th ed.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
Baita, S. (2015). “Rompecabezas: Una guía introductoria al trauma y la disociación en la infancia”. Buenos Aires: Sandra Baita.
González, A. (2017). “No soy yo: Entendiendo el trauma complejo, el apego, y la disociación: una guía para pacientes”. Anabel González.
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